Berlín-Praga: Mi primer trayecto en Busabout
El día 19 de julio me levanté temprano para coger el autobús Busabout del que tenía un pase para viajar durante todo el verano. Con aquel pase podía realizar diez trayectos de Busabout que yo podía elegir. Lo había comprado en Edimburgo y pensé que era la forma más cómoda de recorrer Europa, mejor que el interrail. Esta compañía australiana con oficina en Londres, ofrece interesantes circuitos por Europa con pases de distintas modalidades. Lo bueno es que es medio organizado pero no del todo, porque cuando te bajas en un sitio puedes quedarte una noche y seguir al día siguiente en el mismo autobús, o quedarte varios días y coger otro autobús diferente que venga otro día. Y la ventaja respecto al interrail es que por un poco más de dinero te llevan a la puerta del albergue (en mis relatos de viaje en Escandinavia donde estuve viajando con interrail contaba las palizas andando que nos metíamos para ir a algunos de los albergues, a veces una hora con la mochila a cuestas). Desde luego que ahora quería un viaje más relajado que el que tuve en Escandinavia y con Busabout podía hacerlo. Os recomiendo que visitéis su web: http://www.busabout.com/
Julian y Richard no iban a acompañarme en este trayecto ya que aún no habían conseguido su visado para la República Checa. Por eso viajarían al día siguiente a Praga en tren y me encontraría con ellos en el albergue juvenil. Durante nuestra estancia en Berlín Julian y yo habíamos terminado como pareja y ahora seguiríamos viajando unos días más como amigos, pero a partir de Italia continuaría mi viaje sola.
El autobús salió a las 8 de la mañana. Me senté al lado de una chica de Ecuador a la que intentaba hablar en español pero a menudo me salía hablar en inglés. Ella hablaba también casi siempre en inglés conmigo, no sé por qué. Al final opté por permanecer en silencio pues la situación me resultó extraña e incómoda.
Paramos en Dresden antes de dejar Alemania, y después en la frontera con la República Checa donde estuvimos más de dos horas parados porque un colombiano que estaba en el autobús tenía problemas con su visado. Ya en la República Checa paramos en Terezín, un pueblo donde había un ghetto judío durante la Segunda Guerra Mundial. En realidad su fortaleza sirvió de prisión temporal para los judíos que luego se enviaban a campos de concentración. Visitamos las celdas donde las tenían que eran muy pequeñas; era difícil no sentir tristeza al saber todo el drama que allí se vivió. Muchos murieron mientras fueron retenidos allí. Visitamos también un cementerio donde los enterraron.
Praga
Llegamos a Praga a las 18:30 y fuimos al albergue Arena. Las habitaciones tenían nombres de bandas y cantantes. Me pusieron en la habitación Bob Marley donde todos eran neozelandeses. No dormí mucho porque toda la noche me estuvo picando la piel, como si hubiera algún bicho en las sábanas. Al día siguiente los neozelandeses de la habitación me comentaron que les había pasado lo mismo. Se trataba de pulgas, algo que nunca antes me había pasado en ningún albergue ni hotel. Lo dijimos en recepción y tuvieron que cerrar la habitación para fumigarla. Nos cambiaron a una nueva habitación más grande donde había muchas literas, las Fugees.
Al día siguiente por la tarde, cuando Julian y Richard llegaron a Praga, me fui con ellos a caminar por Charles Bridge (Puente de Carlos), el más antiguo de la ciudad. Atraviesa el río Moldava de la Ciudad Vieja a la Ciudad Pequeña. Ya estaba anocheciendo cuando paseamos por allí. Más tarde fuimos a una discoteca de cinco plantas que estaba cerca y que al parecer era muy famosa en Praga.
Al día siguiente fuimos primero a la zona de tiendas, Václavské náměstí (Plaza de Wenceslao), que es centro cultural y comercial, situado en la Ciudad Nueva. Estuve mirando tiendas y me compré algo de ropa de verano que estaba barata. Por la noche salimos a un pub con un grupo grande de Busabout y luego a otra discoteca que me gustó menos que la del día anterior.
El último día en Praga, Julian y Richard se fueron a hacer una visita guiada en la ciudad, pero yo decidí caminar por mi cuenta porque era cara. Empecé en la Ciudad Vieja y de ahí fui a la Ciudad Pequeña, el barrio judío y el reloj astronómico del Ayuntamiento. De allí me fui a Charles Bridge, desde donde las vistas del castillo, la catedral y el río son fabulosas. Caminé a Powder Tower (Torre de la Pólvora), una de las puertas a la Ciudad Vieja, construida en 1475. De ahí fui a la calle Na Příkopě (famosa por sus cafés y tiendas) donde había quedado con Julian y Richard después de su tour. Con ellos fui caminado al Castillo de Praga, construido en el S. IX, que está considerado la mayor fortaleza medieval del mundo. Por último fuimos a la Catedral de San Vito, catedral gótica más antigua de Centroeuropa, pero estaba cerrada cuando llegamos.


Praga me había parecido una ciudad preciosa pero me faltó tiempo para ver todo y verlo bien. Supongo que tenía la mente en otro sitio y tampoco aprovechamos bien el tiempo. Espero volver en otra ocasión si tengo oportunidad.
Český Krumlov
El día 23 de julio, nuestro último día en la República Checa, decidimos ir a Český Krumlov, una ciudad situada en el sur del país, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En el albergue conocimos un chico australiano que también se llamaba Julian que se quiso venir con nosotros. Decían que esta ciudad era como de cuento de hadas, muy bonita y medieval. Yo no había planeado ir hasta que me lo propusieron, y fue una muy buena decisión.
Para llegar allí tuvimos que coger dos trenes, un total de cuatro horas de viaje, y nos costó muy barato, unos 9€. Cuando llegamos a Český Krumlov fuimos al albergue del Busabout pero estaba lleno. Nos encontramos a un hombre por la calle que nos ofreció un apartamento en pleno centro a buen precio. Fuimos a verlo y nos pareció todo lujo: dos habitaciones, baño, servicio, cocina y salón, y muy bien amueblado. Nos lo dejó a 325 coronas por cabeza (unos 12€).
Český Krumlov es la antigua capital de la región de la rosa de cinco pétalos de los Rosenberg, la nobleza más rica e influyente del país. La construcción de la ciudad y su castillo comenzaron en el S. XIII, a ambas orillas del río Moldava. La ciudad presenta edificios con arquitectura medieval gótica, renacentista y barroca. Por la tarde estuvimos caminando por la ciudad y desde el puente pudimos disfrutar de las fabulosas vistas. También subimos hasta el castillo pero los jardines estaban cerrados y sólo caminamos por los alrededores.


A Julian se le ocurrió organizar una fiesta aquella noche en nuestro apartamento y a todo aquel del Busabout que se encontraba por la calle y a algún que otro turista, le invitaba a la fiesta. Decidí hacer unas tortillas de patata y compré todos los ingredientes para ello, pero cuando empecé a cocinar me di cuenta de que no había sartenes, sólo cacerolas. Conseguí hacerlas aunque con bastante dificultad. Julian se encargó de comprar la bebida. Se presentaron unas 20 personas a la fiesta y estuvimos haciendo los típicos jueguecitos de beber hasta las 2 de la mañana. Luego la gente se fue marchando a dormir, pero nosotros fuimos a dar una vuelta a ver qué ambiente había por ahí.