Cuando vivíamos en Salamanca, decidimos ir en Semana Santa a Portugal de viaje. Primero bajamos a Sevilla y de ahí fuimos al sur de Portugal, a la región del Algarve. Después de pasar allí cuatro días, fuimos a Lisboa un par de días, y de ahí a Évora antes de regresar a España. Nos sorprendieron las paradisíacas playas del Algarve, la belleza de la costa, los rincones bohemios de Lisboa y el toque medieval de la preciosa Évora. Nunca me había atraído Portugal demasiado, pero en este segundo viaje que hiciera al país vecino, me di cuenta de que tenía más que ofrecer de lo que yo imaginaba.
Aquí os voy dejando los posts que vaya escribiendo sobre este viaje: