Este post es continuación de uno que dejé aparcado hace ya algo más de un año y que ahora por fin vuelvo a retomar. En aquel post hablaba de mi viaje final en Escocia que compartí con varios amigos (españoles que vinieron a visitarme y dos amigas del máster que hice en Edimburgo). El viaje empezó en Edimburgo, continuó en las cercanas montañas Pentlands, siguió en Loch Lomond y de ahí fuimos a Oban a pasar la noche. Desde allí cogimos un ferry a la famosa Isla de Mull al día siguiente, y en este post os contaré con detalle lo que vimos en el día que pasamos recorriendo esta bellísima isla escocesa.
Qué puedo decir de esta isla, pues que me fascinó, y que un día me supo a poco. Además en un día no da tiempo recorrerla entera, por eso conviene venir al menos para dos días. Lástima que mis amigos estaban con los días de vacaciones tan justos, sino habríamos visto todos los lugares de la isla. Menos mal que íbamos en coche de alquiler, lo que nos dio libertad para parar dónde y cuándo quisiéramos. La isla de Mull, una joya de Escocia, donde preciosas playas, verdes praderas y cascadas se mezclan en paisajes de ensueño. Recorrerla era un constante sorprenderse de tanta belleza natural, no podíamos dejar de exclamar nuestra admiración por todo lo que veíamos. Y ahora os invito a recorrerla virtualmente a través de mi relato y fotos.