En esta última entrada de mi viaje a Ámsterdam y alrededores de septiembre del año pasado, voy a hablar de un pueblecito de las afueras de Ámsterdam donde nos quedamos a pasar la última noche: Monnickendam. Como llegamos allí casi de noche, lo visitamos principalmente al día siguiente por la mañana, antes de regresar a Ámsterdam para coger el tren al aeropuerto. Es un pueblo muy bonito y tranquilo, que nos sirvió para desconectar del bullicio de Ámsterdam, y de paso conocer algo diferente de Holanda.
Esta visita no fue planificada, simplemente surgió porque encontramos un couchsurfer que nos ofrecía alojamiento en su casa para aquella noche en la que no teníamos sitio donde quedarnos en Ámsterdam. Lo que al principio pareció ser un incordio, luego nos pareció una suerte, ya que el pueblo merecía mucho la pena de visitar.